Si en su día a día Carey Mulligan no destaca precisamente por su estilo al vestir, parece que en la alfombra roja, festivales de cine y entrevistas en TV cambia el chip y saca el chic que lleva dentro. Apostando por cortes originales, colores lisos con pequeños detalles, alternando de vez en cuando con estampados florales o étnicos y no abusando de piezas de joyería discretas, Carey es capaz de convertirse en el centro de atención de todos los flashes sin esforzarse mucho en ello. Y es que esos rasgos tan dulces y el corte de pelo a lo garçon (¡quién pudiera llevar el pelo así...!) le aportan ese aire naïf que tanto me gusta. ¿Y qué opináis vosotras de la Mulligan? ¿It-girl sí o no?
Mandarin Oriental, Marrakech
Hace 1 año
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